viernes, 28 de enero de 2011

LOS MENSAJEROS DE YAHWEH....

Este articulo  me parecio muy interesante, pero vamos a hacer una aclaracion. La palabra "angeles" proviene del griego, y es una traduccion no correcta de la palabra hebrea  "MALAJ" que en realidad significa "MENSAJEROS"                                                                                                                                           LOS MALAJ  se mencionan más de treinta veces en la Biblia. Pero


muchas personas no saben mucho acerca de ellos. Popularmente

tenemos la imagen de ángeles como “con alas, vestidos de

blanco”, pero en realidad se tiene poca idea de lo que hacen los

ángeles. El propósito de este estudio es aprender más acerca de los

ángeles para que podamos estar más conscientes de la manera en que

trabaja Dios en el mundo, y en nuestra vida.

La adoración de ángeles:

Sin embargo, debemos tener cuidado de no perder las proporciones

en nuestra apreciación del tema. La curiosidad natural referente a estos

seres ha conducido a veces a complicadas fantasías acerca de la

jerarquía en el cielo, inventando nombres para ángeles que nunca se

mencionan en la Biblia, e historias acerca de ellos.

Pablo advirtió a la iglesia primitiva contra esta clase de distorsionado

interés en los ángeles:

“No dejen que les prive de esta realidad ninguno de esos que se

ufanan en fingir humildad y adoración de ángeles. Los tales hacen

alarde de lo que no han visto; y, envanecidos por su razonamiento

humano, nos se mantienen firmemente unidos a la cabeza”

(Colosenses 2:18-19 – NVI)

Como dice Pablo, ''no debemos adorar a los ángeles''. Juan consignó

un ejemplo de un ángel que dijo lo mismo:

“Yo, Juan, soy el que oyó y vio todas estas cosas. Y cuando lo vi y

oí, me postré para adorar al ángel que me había estado

mostrando todo esto. Pero él me dijo: ¡No, cuidado! Soy un siervo

como tú, como tus hermanos los profetas y como todos los que

cumplen las palabras de este libro. ¡Adora sólo a Dios!”

(Apocalipsis 22:8-9 – NVI).

Los ángeles efectúan la obra de Dios:

Los ángeles han desempeñado una función importante en la revelación

del propósito de Dios. A menudo han estado estrechamente

involucrados en importantes acontecimientos relacionados con el plan

divino de salvar al género humano y a la tierra. Por ejemplo:

• El ángel Gabriel dijo a María que ella daría a luz al Cristo (Lucas

1:26-38)

• Ángeles también informaron a los pastores acerca de su nacimiento

(Lucas 2:8-14)

• Ángeles hablaron a la gente acerca de la resurrección de Jesús

(Mateo 28:2-7)

• Cuando Jesús subió al cielo, ángeles dijeron a los discípulos que

Jesús vendría de nuevo de la misma manera (Hechos 1:11)

El nacimiento, resurrección, y regreso de Jesús están entre los

acontecimientos más importantes en los tratos de Dios para con el

hombre. Y los ángeles fueron escogidos para anunciar tales

acontecimientos.

La aparición de ángeles:

A menudo, los ángeles se presentan con aspecto como el de los

hombres. En Génesis 19:5 leemos que dos ángeles fueron a Sodoma

y que, más tarde esa noche, los hombres de Sodoma llamaron a Lot:

“¿Dónde están los hombres que vinieron a pasar la noche en tu casa?”,

dejando en claro que ellos pensaban que los ángeles eran hombres

comunes. Asimismo leemos:

“No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella

algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” (Hebreos 13:2 – NVI).

Esto demuestra que aquellos ángeles se mostraron como

personas

De modo que aunque estos pasajes no son concluyentes, quizás

cada uno de nosotros tiene un ángel designado para cuidarnos

personalmente.

En todo caso, podemos estar seguros que los ángeles están

observándonos:

“El ángel del SEÑOR acampa en torno a los que le temen’ a su lado

está para librarlos” (Salmos 34:7).

Conclusión:

Hemos estado considerando a los ángeles, quizás es correcto concluir

ahora con una mirada a nosotros mismos. Hemos visto como los

ángeles son todos, sin excepción, “enviados para ayudar a los que han

de heredar la salvación”.

Pero, ¿qué puede decirse de nosotros?

Vimos como un ángel se describió a si mismo como “un siervo

como tú”, como Juan y como todos los creyentes. Hemos visto como

los ángeles sirven a Dios. Así que tratemos de hacer lo mismo.

“Adora al Señor tu Dios, y sírvele solamente a él” (Lucas 4:8).

Entonces, por increíble que pueda parecernos ahora, un día

seremos hechos “como los ángeles”, cuando regrese Cristo.

“¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias,

la honra, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos

de los siglos. ¡Amén!” (Apocalipsis 7:12 – NVI).

Serán como los ángeles:

Que los ángeles y los redimidos alaben juntos a Dios no es tan extraño

como podría parecer, porque después del juicio, aquellos que sean

hallados dignos serán “como los ángeles”,

“La gente de este mundo se casa y se da en casamiento – les

contestó Jesús –. Pero en cuando a los que sean dignos de tomar

parte en el mundo venidero por la resurrección, ésos no se

casarán ni serán dados en casamiento, ni tampoco podrán morir;

pues serán como los ángeles”. (Lucas 20: 34-36 – NVI).

Estos versículos muestran que cuando los creyentes sean

resucitados de entre los muertos, serán como los ángeles.

¿Ángeles personales?:

Ahora es el momento para preguntar: “¿Tenemos ángeles personales?”

Desafortunadamente, la Biblia no deja esto en claro; sin embargo,

parece probable que sí. Esta es la evidencia:

1. Jacob, en Génesis 48:16 parece reconocer que un ángel había estado

con él durante toda su vida, ya que se refiere al “ángel que me ha

rescatado de todo mal”.

2. Parece que los primeros creyentes creían en ángeles personales.

Cuando Pedro escapó de prisión, y llegó a casa de noche, los otros

discípulos lo confundieron con su ángel personal: “Debe ser su ángel”

(Hechos 12:15 – NVI).

3. Finalmente, cuando Jesús habló acerca de los niños, se refirió a que

“en el cielo los ángeles de ellos…” (Mateo 18:10).

En forma similar, cuando los amigos de Daniel fueron echados

dentro del horno de fuego ardiendo y fueron salvados por un ángel,

Nabucodonosor dijo: “Allí en el fuego veo a cuatro hombres, sin ataduras,

y sin daño alguno”, Y Nabucodonosor prosigue, diciendo “y el cuarto

tiene apariencia de un hijo de los dioses” (Daniel 3:25), pero su aspecto era también

como el de un hombre.

Algunas veces, como en el caso del ángel ya mencionado, los

ángeles se muestran como personas, pero con rostros brillantes o ropa

brillante, o algo que los hace bastante característicos.

Al momento de la resurrección de Jesús, por ejemplo, había un

ángel con esta descripción:

“Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca

como la nieve” (Mateo 28:3 – NVI).

Sin embargo, esta gloria no es exclusiva de los ángeles. Por

ejemplo, la Biblia dice de Moisés lo siguiente:

“Pero no sabía que, por haberle hablado el Señor, de su rostro

salía un haz de luz” (Éxodo 34:29 – NVI).

Y en el Nuevo Testamento, cuando Esteban vio a Cristo en el

cielo a la diestra de Dios, aquellos que lo observaban vieron que el

rostro de Esteban “se parecía al de un ángel”. (Hechos 6:15 – NVI).

En Apocalipsis 19:8 se hace referencia a la esposa de Cristo –

refiriéndose a aquellos creyentes que fueron hallados dignos en el

día del juicio – vestidos de “lino fino, limpio y resplandeciente”. De modo

que un aspecto brillante no se da sólo a los ángeles.

Así como aparecen como hombres, ya sea que resplandezcan o

no, algunas veces los ángeles se aparecieron de otra forma también

En verdad, los ángeles pueden escoger que puedan ser vistos o

que sean invisibles; hubo una ocasión en que un asno pudo ver a un

ángel, pero un hombre, Balaam, no pudo (Números 22:21-30).

¿Ángeles con alas?:

Algunas personas pueden estar preguntándose de dónde proviene la

descripción tradicional de ángeles con alas. Probablemente se origina

en artistas que pintaron ángeles en cuadros para la iglesia {catolica}.

La Biblia nunca dice que los ángeles tienen alas. En Daniel 9:21

leemos acerca de un ángel que vino “volando con presteza”, pero eso

no significa que un ángel debe tener alas para poder volar.

Alternativamente, hay criaturas llamadas querubines, los cuales

efectivamente tienen alas (véase Ezequiel, capítulo 1, donde se

describen). Pero la Biblia nunca dice que los querubines son ángeles.

A diferencia de los ángeles, los querubines nunca se muestran

físicamente.

Otros seres celestiales que aparecen sólo en visiones son los

serafines (Isaías 6:2, 6). son criaturas, que reflejan la gloria de

Dios.

Cantidad de ángeles:

¿Cuántos ángeles hay? La única respuesta segura es: “muchos”. Jesús

dijo:

“¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y el al instante pondría

a mi disposición más de doce batallones de ángeles?”

(Mateo 26:53 – NVI).

Eso suma 72.000 ángeles. También en Daniel leemos que:

“Miles y millares le servían, centenares de miles lo atendían”

(Daniel 7:10).

Como esto bien puede ser lenguaje poético, no prueba que haya

como mínimo ¡100.000.000 ángeles! De todas maneras, sugiere

inequívocamente que hay muchos ángeles

Ángeles en el juicio:

participación en el juicio de la gente

en el día final. Jesús confirma esto:

“Y mandará a sus ángeles al son de trompeta resonante, y ellos

reunirán a sus elegidos de los cuatro vientos, desde un extremo

del cielo hasta el otro”. (Mateo 24:31 — NVI)

Este versículo tiene que ver con aquellos que son juzgados dignos,

pero también están estos:

“El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su

reino todos los que pecan y hacen pecar” (Mateo 13:41 – NVI).

Esto demuestra que los ángeles igualmente participan en la destrucción

de los malvados. Hay otros pasajes también que muestran que los

ángeles estarán con Jesús en el Día del Juicio.

Y finalmente, los ángeles alaban a Dios, junto con aquellos que

son encontrados dignos en el juicio.

“Alaben al SEÑOR desde los cielos; alábenlo desde las alturas.

Alábenlo, todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos”

(Salmos 148:1-2).

Las actividades de los ángeles:

Ángeles llevan el nombre de Dios

Por la Biblia sabemos que nadie ha visto ni puede ver a Dios (1

Timoteo 6:15, 16).

No obstante, cuando se aparecieron tres ángeles a Abraham, el

relato dice:

“El SEÑOR se le apareció a Abraham” (Génesis 18:1).

Y cuando su nieto Jacob luchó con el ángel, pudo decir:

“He visto a Dios cara a cara” (Génesis 32:30).

Cuando “el ángel de Yahveh” habló a Moisés desde la zarza ardiente,

se lee como si fuera Dios mismo:

“Cuando el SEÑOR vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó

desde la zarza” (Éxodo 3:4, compárese con el versículo 2)

Lo que esto significa es que Dios estaba actuando por medio del

ángel, y el ángel estaba dando el mensaje de Dios. El ángel estaba

hablando con la autoridad de Dios y en nombre de Dios, así que se le

llamó “Dios”, o en este caso “el Señor” Dios en forma de Angel. (Pueden encontrarse otros

ejemplos en Mateo 4:11 y en 1 Reyes 19:5-7).

Los ángeles se regocijan

Jesús dijo esto acerca de los ángeles:

“Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un

pecador que se arrepiente”

(Lucas 15:10, compárese con el versículo 7 – NVI).

De modo que los ángeles se regocijan cuando los pecadores se

arrepienten. Ahora bien, si nos regocijamos por algo, tratamos de

hacer que se realice; así también esperaríamos que los ángeles traten

de ayudar a la gente a que se arrepiente.

En Hechos 8:26 nos enteramos de cómo un ángel envió a Felipe

a encontrarse con el etíope eunuco y como el hombre fue entonces

bautizado. De la misma manera, en Hechos 10:3 está el relato de cómo

un ángel le dijo a Cornelio que enviara por Pedro. Después Cornelio

fue bautizado.

Los ángeles pueden también llamar a la gente a servir a Dios

incluso antes de su nacimiento. El ángel Gabriel, que apareció a María

antes de que naciera Jesús, también se apareció a Zacarías antes del

nacimiento de Juan el Bautista (Lucas 1:11-20) Acontecimientos

similares se hallan consignados en el Antiguo Testamento (Jueces 6:11-

24 y capítulo 13).

Algunas veces la palabra de Dios fue revelada a los hombres por

medio de ángeles. Esteban, hablando de Moisés, dice:

“Este mismo Moisés estuvo en asamblea en el desierto, con el

ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados.

Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas

a nosotros”

(Hechos 7:38, compare con el versículo 53 – NVI).

Esto muestra que fue un ángel quien reveló la ley a Moisés.

Los ángeles también revelaron acontecimientos futuros a los

profetas (véase Ezequiel 40:3; Daniel 8:16; Zacarías 1:9).

Sin embargo, los ángeles no revelaron la Biblia entera, porque

Hebreos 2:2-3 explícitamente contrasta la ley que dieron los ángeles

con el evangelio que dio Jesús.

Fuerza y guía:

Algunas veces los ángeles fortalecen y guían a aquellos que ya han

elegido seguir a Dios. Se pueden dar muchos ejemplos. Abraham fue

bendecido por un ángel porque él había obedecido a Dios (Génesis

22:15-18). En forma similar, un ángel estuvo con Jacob (Génesis 31:11-

13).

Ángeles salvadores

Cuando es necesario, los ángeles pueden salvar a las personas de la

muerte.

Un buen ejemplo de esto es la ocasión en que Pedro había sido

arrestado, y estaba amenazado de muerte, pero un ángel le ayudó a

escapar de la cárcel. (Véase Hechos 12:6-11).

Otro ejemplo puede hallarse cuando dos ángeles salvaron a Lot y

a sus hijas de la destrucción de Sodoma:

“así que al amanecer los ángeles insistieron con Lot. Exclamaron:

¡Apúrate! Llévate a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí,

para que no perezcan cuando la ciudad sea castigada… porque

el Señor les tuvo compasión” (Génesis 19:15-16)

También, en los días del profeta Ezequiel, al ángel se le ordenó lo

siguiente:

“Recorre la ciudad de Jerusalén, y coloca una señal en la frente

de quienes giman y hagan lamentación por todos los actos

detestables que se comenten en la ciudad” (Ezequiel 9:4)

De modo que cuando se enviaron a otros ángeles a matar sin

mostrar piedad o compasión (v. 5), también se les debe haber

ordenado no tocar a nadie que tuviera la marca. Por lo tanto, el primer

ángel estaba salvando a algunas personas de los otros ángeles para

que no fueran matados.

Como lo muestran estos dos ejemplos, a los ángeles también

algunas veces se les ordena destruir a la gente.

Ángeles destructores:

En el incidente anteriormente mencionado, en el cual se rescató a

Lot, leemos como los ángeles destruyeron una ciudad entera. Génesis

19:13 expresa claramente que los ángeles efectuarían la destrucción.

Pero luego en el versículo 24 dice que la destrucción la efectuó Yahveh.

Debemos entender esto en el sentido que Yahveh destruyó la ciudad

por medio de sus ángeles.

También, cuando el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud

de Egipto, fue un ángel, o varios, los que hirieron a los egipcios con

plagas hasta que el rey de Egipto aceptó liberar a los israelitas.

“Cuando lanzó contra ellos el ardor de su ira, de su furor,

indignación y hostilidad: ¡Todo un ejército de ángeles destructores!”

(Salmos 78:49). ¿Qué dice la Biblia acerca de los ángeles?

Los ángeles de Dios son descritos como:

¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación? (Hebreos 1:14)



Todos los ángeles fueron creados por Jesús:

Porque por medio de él [Jesús] fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, potestades, principados o autoridades, todo ha sido creado por medio de él y para él. (Colosenses 1:16 )

El Señor Jesús creó a todos los ángeles. ¡Esto incluye hasta al arcángel Miguel, que algunas sectas piensan erróneamente que es Jesús!



Los ángeles son poderosos seres espirituales:

Dios, que es justo, pagará con sufrimiento a quienes los hacen sufrir a ustedes. Y a ustedes que sufren, les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles. (2 Tesalonicenses 1:6,7)

Mientras que los ángeles, a pesar de superarlos en fuerza y poder, no pronuncian contra tales seres ninguna acusación insultante en la presencia del Señor. (2 Pedro 2:11)



Los ángeles no se casan ni tienen angelitos bebés:

En la resurrección, las personas no se casarán ni serán dadas en casamiento, sino que serán como los ángeles que están en el cielo. (Mateo 22:30)

Ya que los ángeles son seres creados, no hay ángeles bebés, a pesar de todos los cuadros que usted pueda haber visto mostrando lo contrario. Los artistas que dibujan ángeles bebés gordos y pequeños lo hacen sin ningún apoyo bíblico en absoluto.



Los ángeles adoran a Jesús:

Además, al introducir a su Primogénito [Jesús] en el mundo, Dios dice: "Que lo adoren todos los ángeles de Dios." (Hebreos 1:6)



Los ángeles de Dios le obedecen a Él:

Alaben al SEÑOR, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen su mandato. (Salmo 103:20)



Los ángeles de Dios lo alaban a Él:

Alábenlo, todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos. (Salmo 148:2)



Los ángeles de Dios se rehúsan a recibir adoración:

El ángel me dijo: "Escribe: '¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!' Y añadió: "Estas son las palabras verdaderas de Dios." Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: "¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora sólo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía." (Apocalipsis 19:9,10).

Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Y cuando lo vi y oí, me postré para adorar al ángel que me había estado mostrando todo esto. Pero él me dijo: "¡No, cuidado! Soy un siervo como tú, como tus hermanos los profetas y como todos los que cumplen las palabras de este libro. ¡Adora sólo a Dios!" (Apocalipsis 22:8,9).



Querido lector, es vitalmente importante que usted adore ÚNICAMENTE al verdadero Dios viviente. NUNCA un ángel u otro siervo de Dios le dirigiría jamás a adorar a un ángel, a cualquier persona o a la misma creación.



Los ángeles sirvieron a Jesús después de las tentaciones del diablo:

Entonces el diablo lo dejó, y unos ángeles acudieron a servirle. (Mateo 4:11)



Jesús pudo haber sido librado por legiones de ángeles de su cruel muerte en la cruz:

¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce legiones de ángeles? (Mateo 26:53)



Los ángeles se presentaron después de que Jesús se levantó de la tumba:

Pero María se quedó afuera, lorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. (Juan 20:11,12)



Los ángeles pueden guardar a los justos:

Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. (Salmo 91:11)



Los ángeles son enviados por Dios para liberarnos:

Mi Dios envió a su ángel y les cerró la boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy inocente. ¡Tampoco he cometido nada malo contra Su Majestad! (Daniel 6:22)

Pero en la noche un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó. (Hechos 5:19)



Dios ejecuta Su juicio a través de los ángeles:

Cuando lanzó contra ellos el ardor de su ira, de su furor, indignación y hostilidad: ¡todo un ejército de ángeles destructores! (Salmo 78:49)



Se emplearán ángeles para hallar todo cuanto cause pecado

y a todos los que hacen el mal (los no salvados):

El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que pecan y hacen pecar. (Mateo 13:41)



Los ángeles arrojarán gente al horno de fuego:

Así será al fin del mundo. Vendrán los ángeles y apartarán de los justos a los malvados, y los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes. (Mateo 13:49,50)



Cuando Jesús vuelva vendrá con ángeles:

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho. (Mateo 16:27)



Los ángeles reunirán a los justos en el momento del rapto:

Y al sonido de la gran trompeta mandará a sus ángeles, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos, de un extremo al otro del cielo. (Mateo 24:31)

Y él enviará a sus ángeles para reunir de los cuatro vientos a los elegidos, desde los confines de la tierra hasta los confines del cielo. (Marcos 13:27)



Cuando los justos mueren, los ángeles los llevan a su hogar en el más allá:

Resulta que murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron. (Lucas 16:22)



Los ángeles observan a los siervos de Dios:

Por lo que veo, a nosotros los apóstoles Dios nos ha hecho desfilar en el último lugar, como a los sentenciados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo para todo el universo, tanto para los ángeles como para los hombres. (1 Corintios 4:9)



Los ángeles serán juzgados por los cristianos:

¿No saben que aun a los ángeles los juzgaremos? ¡Cuánto más los asuntos de esta vida! (1 Corintios 6:3)



Hay sólo dos ángeles que se nombran específicamente en la Biblia. Uno es el ángel Gabriel y él siempre está trayendo un mensaje:

Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios-le contestó el ángel. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias. (Lucas 1:19)

A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea ... (Lucas 1:26)



(Gabriel también es mencionado en Daniel 8:16; 9:21.)

El único otro ángel nombrado en la Escritura es Miguel.



El arcángel Miguel (Judas 9) es un ángel guerrero, pero hay también otros arcángeles (Daniel 10:13).

Todos los niños tienen ángeles personales que se presentan ante Dios:

Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial. (Mateo 18:10)



Los ángeles pueden pasar desapercibidos al aparecer como gente:

No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. (Hebreos 13:2)



Un ángel de Dios se le apareción a un hombre no salvado y le dijo precisamente cómo aprender acerca de la salvación de Dios:

Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión. Vio claramente a un ángel de Dios que se le acercaba y le decía: ¡Cornelio! ¿Qué quieres, Señor?-le preguntó Cornelio, mirándolo fijamente y con mucho miedo. Dios ha recibido tus oraciones y tus obras de beneficencia como una ofrenda- le contestó el ángel. Envía de inmediato a algunos hombres a Jope para que hagan venir a un tal Simón, apodado Pedro. (Hechos 10:3-5).

¡Este es un pasaje clave, pues en él aprendemos que un ángel que viene de parte de Dios siempre promoverá el mensaje hallado en la Santa Biblia! El ángel anónimo en el pasaje de arriba hizo esto diciéndole a Cornelio cómo hallar a Pedro, uno de los discípulos del Señor, quien podría decirle la verdad acerca de la salvación. Ver Hechos 10:43. Cuando un "espíritu guía" comunica un mensaje, podemos desenmascarar el velo enterándonos de lo que tal ser espiritual dice acerca del Señor Jesús y de la salvación que él proveyó para toda la humanidad cuando derramó su preciosa sangre purificadora en la cruz. Si tal cosa fuese negada en cualquier forma, o promoviese cualquier mensaje o práctica no escritural, entonces aquel ser espiritual es un demonio que trata de engañar a la gente. Por tanto, existe una increíble necesidad de conocer la Biblia como salvaguarda contra los tales. ¡El resultado final de la visita angélica a Cornelio fue la salvación bíblica para él y todos los de su casa!



Los ángeles son inmortales:

Ni tampoco podrán morir, pues serán como los ángeles. Son hijos de Dios porque toman parte en la resurrección. (Lucas 20:36)



Un solitario ángel de Dios atrapará a Satanás, el gran engañador, y lo arrojará al Abismo durante el reino de 1000 años de Cristo:

Vi además a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. Sujetó al dragón, a aquella serpiente antigua que es el diablo y Satanás, y lo encadenó por mil años. Lo arrojó al abismo, lo encerró y tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. (Apocalipsis 20:1- 3).



Durante la Era Perfecta, habrá ángeles apostados como guardias en las doce puertas de ingreso a la Nueva Jerusalén:

Tenía una muralla grande y alta, y doce puertas custodiadas por doce ángeles, en las que estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. (Apocalipsis 21:12)



Hay multitudes de ángeles en el cielo, reunidos en gozosa asamblea:

Por el contrario, ustedes se han acercado al monte Sión, a la Jerusalén ceslestial, la ciudad del Dios viviente. Se ha acercado a millares y millares de ángeles, a una asamblea gozosa ... (Hebreos 12:22)

sábado, 15 de enero de 2011

DIOS JUZGA........

No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. Hebreos 4:13. Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres. Romanos 2:16. Nada Oculto ¿Quién de entre nosotros soportaría que su entorno conociese exactamente todo lo que hace, dice o piensa durante cada una de sus jornadas? ¡Qué vergüenza si nuestros más miserables secretos fueran revelados en plena luz! Pero aquel cuya apreciación debería importarnos más que la de nuestros semejantes conoce absolutamente todo lo que ocurre en nosotros. Y un día tendremos que dar cuenta de todo lo que hayamos hecho durante la existencia que nos ha sido prestada. Este perfecto conocimiento de Dios asombraba al autor del Salmo 139:7: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?”. Sin embargo, esta inquietud puede ser cambiada en un gozo sin igual. Así ocurre cuando el creyente, consciente de ser pecador, lo reconoce y lo confiesa con rectitud ante Dios. Entonces está de acuerdo con Dios y toma el lugar en que Dios puede revelarse a él como el Dios de gracia y de perdón, el Dios Salvador. “¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!”, dice este creyente. “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos… y guíame en el camino eterno” (Salmo 139:17, 23-24). Desde entonces podrá avanzar en ese camino eterno con el socorro de Dios a cada paso. No teniendo ya nada que ocultar, andará en la luz de la gracia divina. Bendiciones.

sábado, 1 de enero de 2011

"EL ALFARERO CELESTIAL.."

NAVEGANDO  POR INTERNET ENCONTRE ESTE ARTICULO QUE ME GUSTO MUCHO, POR ESO LO TRAJE A MI BLOG PARA QUE UDS LO LEAN Y JUNTOS SIGAMOS  CRESCIENDO EN YESHUA.                                                                                                                                                                        En Jeremías 18:1-6, leemos: “Palabra de Yahveh que vino a Jeremías, diciendo: “Palabra de Yahveh que vino a Jeremías, diciendo:


Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.

Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.

Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

Entonces vino a mí palabra de Yahveh, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Yahveh. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel”







Antes de considerar este pasaje, notemos el lugar tan prominente que ocupa la Palabra de Dios en el mismo. Fue por palabra de Dios que Jeremías fue a casa del alfarero. Una vez en el taller del alfarero recibió el mensaje de la palabra de Dios, mensaje que luego comunicó al pueblo.







Jeremías es enviado a la casa, o al taller del alfarero, no a predicar un sermón, sino a recibir uno de parte de Dios, a través del Alfarero en su taller, para que luego lo predicara al pueblo. Y Jeremías obedece.







Aquí hay un mensaje especial para el pueblo de Israel en aquel tiempo, y en nuestro tiempo, pero en esta ocasión queremos ocuparnos del Alfarero celestial y tres vasijas especiales. El Alfarero Celestial es Dios. El taller del Alfarero es esta Tierra, la cual vino a ser como su taller, pues el Alfarero Celestial trabajó con barro, y “formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Gén 2:7). Ésta es la primera vasija.







LA PRIMERA VASIJA



Jeremías notó en el taller del alfarero que la primera vasija “se echó a perder”. Es interesante notar que no fue por error de parte del alfarero, sino en la naturaleza del mismo barro. Y esta primera vasija de barro, que hizo el Alfarero Celestial, o sea, el primer Adán, se echó a perder. Desobedeciendo a Dios, pecó contra Él y se alejó de Dios. Pecó contra su espíritu, y éste murió, pues quedó separado de Dios. Pecó contra su alma, y ésta se corrompió en vicios y pecados. Pecó contra su cuerpo y éste enfermó hasta volver al polvo. Pecó contra su posteridad, pues “el pecado entró al mundo por un hombre, y por el pecado, la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres… por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro. 7:12; 3:23).







Pero el profeta, también ve que el alfarero “hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla”. Esto es, esta segunda vasija, el alfarero la hizo mucho mejor. De igual modo,”cuando vino el cumplimiento del tiempo”, el Alfarero Celestial volvió a bregar con el barro de la naturaleza humana, y “la virgen concibió, y dio a la luz un hijo, y llamó su nombre Emmanuel (Is. 7:14), y envió a su Hijo, nacido de mujer” (Gá. 4:4).







LA SEGUNDA VASIJA



Este es el postrer Adán, o sea, la segunda vasija, la cual ciertamente quedó perfecta, maravillosamente perfecta. ¡Él es Admirable! “Y aquél Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Jn 1:14). “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9). “E indiscutiblemente grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificando en el Espíritu, visto de los ángeles, predicando a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Ti:3:16). “Nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca” (Is. 53:9). “No conoció pecado” (2 Cor.5:21). “Santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos” (He.7:26).







Y así como el enemigo atacó y logró echar a perder la primera vasija, el primer Adán, aún con mayor fuerza atacó y trató de dañar y echar a perder esta segunda vasija, el postrer Adán, nuestro Señor Jesucristo, por medio de la muerte prematura, la tentación, la persecución, el insulto, la acusación falsa; y cuando creyó que con la muerte le destruía, fue crucificado, y allá en la cruz, “despojó a los principados y a las potestades (a Satanás y su poderío) , los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. (Col. 2:15).







La segunda vasija, nuestro señor Jesucristo, triunfo cabalmente y decreto el eterno confinamiento del enemigo en el lago de fuego y azufre. Pero en el pasaje del profeta jeremías hay una vasija: Dios dice: “¿No pondré yo hacer de vosotros como este alfarero…? He aquí que como el barro en al mano de alfarero, así sois vosotros en mi mano “. La primera vasija Adán es básicamente barro con el soplo del espíritu de Dios, o sea la naturaleza humana con el aliento de vida de Dios. La segunda vasija, el póster de Adán, Cristo, es básicamente la Divinidad concebida en el barro por la obra del espíritu santo, o sea, la plenitud de la Divinidad, habitando corporalmente en la naturaleza humana (Col. 2:9)







LA TERCERA VASIJA



La tercera vasija que Dios hace es básicamente la presencia de la naturaleza Divina en el barro, que le apóstol Pedro le llama “participación de la naturaleza divina”. En la naturaleza humana se produce por un acto de engendro de Dios (Jn. 1:13), y el resultado es un nuevo nacimiento, “nacido del espíritu de Dios” (Jn. 3:1-8), “nacido de Dios” (1 Jn. 5:1),”renacido por la palabra de Dios” (1 P. 1:23), y “hecho hijo de Dios” (Jn. 1:12; 1 Jn. 3:1-2) y recibe la vida eterna (Jn. 3:16) por el cual “nueva criatura (o nueva creación), las cosas viejas pasaron, y he aquí todas son hechas nuevas” (2 Co. 5:17).







Esta “participación de la naturaleza divina” en la naturaleza human, o sea, esta regeneración, esta transformación, este nuevo nacimiento, esta criatura, es característica única del verdadero Evangelio de Jesucristo.







En las religiones paganas, o pseudos-cristianas, o semi-evangélicas, no se produce un cambio, una transformación, un nuevo nacimiento, las cosas viejas no pasan y nada es hecho nuevo. El verdadero evangelio de Jesucristo es el único que reconoce la naturaleza caída y corrompida del hombre y la regenera, la transformas y le imparte la vida de Dios, la vida eterna.







Esta es la necesidad básica, temporal y eterna del ser humano; es una necesidad urgente del alma. ¡Ser transformado, recibir la vida de Dios!







Coloquémonos en las manos del señor como el barro en las manos del alfarero para que el señor nos transforme. El nos pueda hacer una nueva criatura, darnos vida eterna, y hacernos una vasija de “honra, santificado, útil al señor, y dispuesto para toda buena obra” (2 Ti. 2:21). Rinde tu vida al Señor. Para que seas un vaso útil en sus manos, alcanzando también a otros con su favor. Bendiciones.