1º Reyes 17: 6
Dios usa distintos medios para suplir nuestras necesidades. Se cuenta de un hombre honrado pero pobre, que vivía en Alemania, se había atrasado en el pago del alquiler. Los dueños de la casa no quisieron postergar la fecha de pago y llegó la amenaza final: "mañana la familia y sus pertenencias serán tiradas a la calle, en medio de la nieve".
El hombre en su necesidad no desesperó; tenía fe y conocía a Dios. Reunió a su familia y, como era costumbre, puestos de rodillas pidieron a Dios ayuda en la situación. Al finalizar la oración, oyeron unos golpes en la ventana. Cuál fue la sorpresa al abrirla, que allí estaba un viejo cuervo, mascota de la familia, y al mirarlo detenidamente descubrieron que traía en el pico, un valioso anillo con piedras preciosas, averiguando se enteraron de que el rey al pasar por allí, ese día, lo había perdido. El anillo fue devuelto y el campesino premiado por su acción con una gran suma de dinero. No solo construyó una buena casa para su familia, sino que pudo vivir holgadamente. Dios puede suplir sus necesidades milagrosamente.
¡Confíe en Él!
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