jueves, 13 de mayo de 2010

"SI ESTAMOS CON DIOS NO TENEMOS TEMOR"


Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.– 2 Timoteo 1:7




¿Qué pensaría usted si yo le dijera que puede vivir sin temor? ¿Me

creería si le dijera que a pesar de lo que viera en las noticias esta

noche, usted podría estar perfectamente en paz? ¿Imposible? ¿Ficticio?

¡No!



El temor no es sólo una reacción a las circunstancias externas, es

también una fuerza espiritual. Empieza dentro de uno, y es muy

destructivo. De hecho, el temor es el arma principal de Satanás. Él

actúa en respuesta al temor, así como Dios actúa en respuesta a la fe.

Satanás utiliza el temor para oponerse a las promesas de Dios.



Un ejemplo excelente de esto se halla en Mateo 14, cuando Jesús invitó

a Pedro a que viniera a Él sobre el agua. "Pero [Pedro] al sentir el

fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó:

?¡Señor, sálvame!" (versículo 30).



¿Qué le dio a Pedro la confianza para caminar sobre el agua? Su fe en

la Palabra de Jesús. ¿Qué provocó que Pedro empezará a hundirse? Él

sintió el fuerte viento y se llenó de temor. No fue el viento lo que

venció a Pedro, sino el temor de este al viento. Él miró las

circunstancias, cedió al temor y el resultado fue la derrota. Si Pedro

hubiera mantenido su mirada en Jesús, su fe nunca habría vacilado. Todo

el bramido y el soplido del mundo no le hubiera sacado del curso.



La fe crece cuando meditamos en la Palabra de Dios. El temor crece

cuando meditamos en las mentiras de Satanás. Tal meditación temerosa se

llama "preocupación". ¡No lo haga!



La Palabra de Dios es la espada del Espíritu. Úsela para pelear contra

Satanás toda vez que él venga contra usted. Levante su escudo de fe y

apague todos los dardos de fuego del maligno. Hable palabras de fe y el

temor se irá.



Lectura Bíblica: Salmo 27

Dios los bendiga

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